| A lo largo de estos 25 años en el oficio he mantenido constante el aprender y crecer artística y profesionalmente, así he ido agregando múltiples técnicas de trabajo llegando a dominar disciplinas muy diversas las cuales me dieron gran libertad a la hora de crear, dado que no estoy limitado, por ejemplo, a un formato de piedra para una pieza. Si no tengo el formato, y tengo el material bruto, puedo fabricarlo a mi necesidad. Esto me da, obviamente, una gran libertad a la hora de diseñar y crear. En estos últimos dos años me han lanzado varias veces eso de que "nadie domina la técnica de la joyería y la lapidación a la vez " o "nadie realiza su obra completamente en su totalidad" con un dejo hiriente, y he sentido algo así como un garrotazo a mi persona. Bueno, yo he encontrado además en esto un poquitito de ignorancia, otra pizca de mala intención, y otro tanto de intentar nivelar por lo bajo; queriendo proyectar sobre los demás sus propias limitaciones, seguramente como resultado de la falta de conocimientos y capacidades, gran pereza y frustración. Por mi parte, lo mío es seguir aprendiendo, trabajar duro, trabajar con inteligencia, y aspirar a la autosuperación. Apuntar a la excelencia, para resumirlo en una frase. La última vez que esto pasó fue en una reciente reunión de profesionales y estudiantes de joyería de varias ciudades del país, como parte de la muestra Alquimia II, en dondo alguien afirmó esto ante todos los que estábamos sentados en el salón como una verdad incuestionable. Y allí estaba quien escribe, y quien lo dijo sabía que yo estaba allí. Yo trato de tener una actitud -no diría humilde por una cuestión de humildad- pero sí de tener una actitud no soberbia. Hasta ahora no he hecho gala de mis conocimientos, he dejado que las obras hablen por mí. Aunque mi trabajo es totalmente individual soy sociable y cuido no pasar sobre el lugar de los demás, pero también mantengo una línea constante cual es el ser fiel a la verdad, y si tocan mi verdad me defiendo. Soy diplomático también, pero sin hipocresía. Soy bastante resistente a las frases necias y no pocas veces me han elogiado la paciencia, pero también puedo plantarme firmemente. Así que, dada la importancia de la ocasión, y puesto que "el que calla, otorga" me vi en la obligación de objetar la aseveración de que "nadie domina la técnica de la joyería y la lapidación" y que "nadie realiza su obra completamente en su totalidad" porque yo sí lapido mis propias piedras y también hago todo el trabajo de joyería. De hecho, no dejo que nadie meta mano en mis trabajos, por idóneo que sea. La obra hecha por mí es íntegramente mía. Yo soy mi obra, y mi obra soy yo. Así soy, y me gusta ser así. A continuación enumeraré las técnicas que empleo frecuentemente en mis trabajos. |
Jorge Eduardo Lupin
Un cuarto de Siglo En la última semana, antes de escribir este artículo, he ha ocurrido en dos ocasiones que diferentes personas me han dicho que llevan también "25 años en el oficio" o "tantos como vos" pero ¡muchachos, que no les da la edad! Vamos, a ver si en vez de jugar a la bolita, ya estaban en el taller? Los años no son tan importantes, importa la calidad, la pericia, el mensaje...Lo que sí dan los años es: experiencia (si es que has trabajado y has estado atento)
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Diseño El diseño es la etapa fundacional en toda obra. Todo lo demás -el proceso de fabricación, la impresión final, el efecto de la obra- es una consecuencia de esta intención primaria. Cualquier obra de calidad requiere de diseño, esto es: requiere de forma, estética, armonía, proporción, y belleza. Es absolutamente imposible imaginar aquello que desconocemos, y para imaginar utilizamos por tanto imagos previos del reservóreo de nuestra memoria. Imaginamos a partir de elementos conocidos, a los que le añadimos ingredientes personales o circunstanciales. Por tanto, no existe una creación absolutamente independiente de todo, que no haya surgido de nada previamente conocido. La obra puede ser absolutamente original, pero los elementos que la componen o parte de ellos serán o estarán fundamentados o inspirados en elementos conocidos. "La imaginación está hecha de convenciones de la memoria" dijo Jorge Luis Borges alguna vez. En mi caso personal, recurro en los estilos clásico, renacentista, barroco, el arte geomético, la matemática y el simbolismo filosófico de origen semítico y grecolatino. No todos a la vez, a veces tengo ganas de la estricta geometría y otras veces busco la libertad del estilo figurativo, a veces ambos; a veces tiene un profundo mensaje filosófico, otras veces busco generar una impresión de belleza. Como instrumentos de diseño utilizo papel, cartulina, lápices y lapicera. Ciertamente, al paso de la tecnología, utilizo con profusión el diseño gráfico por computadora, especialmente para los proyectos geométricos. Antes dibujaba mucho más que ahora; hoy día me bastan unos escuetos bocetos para proyectar la obra fundamentalmente para calcular proporciones y dimensiones. Con los años he desarrollado la capacidad de imaginar tridimensionalmente, así que el proyecto está en mi cabeza. Son muy pocas las obras que he copiado directamente de un diseño ajeno. En estos casos ha sido por pedido de algún cliente. Yo hago una diferencia entre dos conceptos: Estilo y Estilismo. Aplicar un estilo consiste en cumplir con las normas de ese estilo al pie de la letra. Me gusta tener ideas propias y me cuesta atarme a la rigidez de un estilo, por tanto lo aplico pero con mi sello personal, haciendo una estilización, cual es una evocación de un determinado estilo, con ingredientes compositivos, grafismos, interpretaciones e innovaciones inequívocamente personales. Nunca copio un diseño. Desde mi punto de vista copiar un diseño o una obra de otro autor equivale a ser un segundón. Copiar no es crear. Diseñar el proyectar a futuro. Es imaginar algo posible basado en la experiencia estética, pero también basado en los conocimentos técnicos que permitan proyectos realizables. Para diseñar hay que conocer el oficio, pues se pueden hacer diseños muy lindos, pero que no son viables en la práctica -por ejemplo que se incluyan piedras, pero no haya lugar para engarzar, o que lleve articulaciones imposibles de realizar, que el objeto sea muy pesado, o frágil, o incómodo para usar- para diseñar hace falta saber dibujar, aunque es condición necesaria pero no suficiente.
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Joyería Casi siempre trabajo en plata. La mayoría de mis obras combinan trabajos tallados o piedras lapidadas. Pocas veces trabajo metal solamente. Me gusta hacer combinaciones de colores o efectos. Todo el trabajo de joyería lo hago yo mismo, no tercerizo ningún procedimiento, por ejemplo los engarces o grabados. Crear es un placer, un disfrute; pero también lo vivo como un poder creador. Sea uno un estudiante o un maestro, es maravilloso llegar al final de una obra realizada íntegramente por uno mismo y decirse "lo hice yo, pude hacerlo". Uno se maravilla pues se es artífice y a la vez testigo de ese poder de creación. A veces uno se sorprende de haberse superado a sí mismo. Mi taller está bien equipado, tengo las máquinas que acostumbro a utilizar siempre dispuestas. Básicamente es muy sencillo, mi labor es fundamentalmente manual: fundir el metal, laminar, calar, soldar, limar...pulir. Medir, calcular, hacer las cosas bien, y tener precisión. Mr. Precisión podría ser mi segundo nombre. Pero eso no me pesa pues no soy un obsesivo. Simplemente luego de tantos años de trabajar con exactitud me es más difícil ser desprolijo que prolijo. Así como tengo un lugar preferencial para el arte, también lo tengo para la técnica. Arte y técnica, el nombre de este sitio. Me valgo de conocimientos elementales de física y matemática, aunque lo poco que sé lo manejo muy bien y me ha sido de gran utilidad para desarrollar teoría y técnicas de taller. También me han servido para fabricar mis propias máquinas. Yo preparo el metal con el que trabajo: chapa o alambre, este es un punto de partida muy importante, pues es siempre preferible conocer la calidad del material con el que uno trabaja. Además, uno puede hacer una aleación según los requerimientos de la obra: más dura, más blanda, más dúctil... Aún no he trabajado con cera perdida. Esa es una asignatura que me debo. Más adelante veré...
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Lapidación La lapidación consiste en modelar las piedras semipreciosas dándoles una forma específica, y cuya superficie puede ser plana, curva, o facetada. Lapido desde hace unos 20 años. He trabajado en rodocrosita, lapislázuli, turquesa, crisocola, malaquita, cristal de roca, onix negro, amatista, rodonita, azurmalaquita, madreperla, coral, ojo de tigre, piedra luna, carneola, basalto, amazonita, larymar,...uf, probablemente me estoy olvidando varias. Tengo mi propio equipo de lapidación, que he diseñado y construído...yo mismo. Las herramientas necesarias para lapidar son: una máquina para cortar piedra -la cual trabaja con un disco diamantado extra fino refrigerado con agua- otra máquina para desbastar -para modelar la piedra- otra para facetar -indispensable para fabricar gemas facetadas- y otra para pulir. Para fabricar cabuchones he construído también una máquina semi automática para preformar. Así, fabrico mis propias piezas en piedra para lo que necesite. Ciertamente, habrá quien diga resollando por la herida "así yo también puedo, con todos esos equipos". Bueno, habría que ver; los equipos no andan solos, siempre está mi mano presente en todo porque son manuales, es la mano del Jefe...que todo lo hace parecer fácil. Esto no quita que utilice piedras facetadas por otros. Es un problema conseguir material bruto de piedras semipreciosas apto para facetar. Con los cabuchones es más sencillo hacerse de el material y el 99% de los cabuchones que utilizo los fabrico yo mismo. Trabajo muy rápido. Es que no tengo mucho tiempo disponible, dado que llevo adelante un comercio dedicado a la venta de herramientas lo cual ya sería suficiente, además doy las clases del taller, llevo adelante esta página y soy un padre de familia; en los instantes que me quedan libres escribo libros de filosofía. Así que he tenido que aprender a comprimir y estirar el tiempo: por ejemplo la obra Madre Plata (ver más arriba) llevó: diseño, fundir el metal, laminar, calar, hacer las cazuelas, cortar la madreperla, lapidar todas las gemas, adaptar cada gema a cada cazuela, limar, lijar, pulir... todo esto hecho de un día para el otro en 12 horas de trabajo. Eso es ser rápido.
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Tallado con Minitorno y Glíptica En esta técnica soy uno de los pioneros. Me inicié en 1982. Conocí a una persona que tallaba en su tiempo libre con un torno colgante, hacía trabajos muy bonitos. No quiso enseñarme, así que desarrollé la técnica en solitario, y descubrí que tenía un talento innato para la escultura, una notable habilidad manual, detallismo y podía moverme en las tres dimensiones. Alguien dijo alguna vez que "el talento es capacidad sin conocimiento". Concuerdo con esa idea. Comencé tallando marfil, asta de ciervo axis y hueso de vaca. Luego pasé a las piedras semipreciosas. Y quedé fascinado con el material. Recuerdo a Juancito B. quien me presentó ese mundo maravilloso de las piedras semipreciosas, y me decía que yo era un diamante en bruto -creo que es una de las maneras más elegantes de llamarle bruto a una persona- Y que algún día expondría en el exterior. Trabajé muy duro, primero para desarrollar la técnica, luego para ampliar mi horizonte de estilos estudiando y viajando. Y bien, un día comencé a exponer en Italia mis trabajos, y me publicaron en varios libros especializados. Trabajar las piedras duras -técnica conocida como glíptica- requiere de constancia y firmeza: tenacidad, en una palabra. A fin de cuentas, uno termina transformándose en lo que hace. Hoy día trabajar en esto me resulta una tarea sumamente sencilla. Es divertido, poder usar el torno como quien usa un pincel. Es salir de paseo. Y me agrada establecer un diálogo con el material. ¿En qué consiste esto? ¿La piedra me habla? no...estoy.. tan loco. A veces tengo un diseño, pero lo altero mientras lo estoy haciendo para aprovechar, realzar la belleza del material, o para esconder sus falencias. Además, cada material tiene su carácter, su dureza, su tenacidad inherente. No es lo mismo el cristal de roca que el lapislázuli, a eso me refiero. Doy cursos de talla con minitorno, intento transmitir esta técnica, de difundirla, y debo ser el único en América que la enseña. Utilizo tornos colgantes -aún los utilizo, en algunos casos son indispensables- minitornos y micromotores. Para tallar madera o plata utilizo fresas de acero o metal duro, y para la piedra empleo fresas diamantadas. También tallo piedra arenisca, es una piedra abundante aquí en Mar del Plata, he realizado esculturas de hasta 100kg. Por supuesto, mi local de venta está especializado en esta técnica y cuento con todo tipo de herramientas para los que estén interesados en iniciarse.
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Cincelado Utilizo la técnica tradicional, de modelar mediante martillo, soporte y cinceles. Mi enfoque es escultórico, no me baso en ninguna escuela de cincelado en específico, por tanto es fundamentalmente plástico. Ante todo soy escultor, y llevo a cabo el trabajo como un modelador, un artista plástico. Lo mismo hago en mi escuela. Enseño los conceptos básicos de la escultura, el trabajo en el plano, los efectos de profundidad, el relieve tridimensional, las texturas y el manejo de los espacios para los elementos. Les doy los medios, luego ellos pueden hacer lo que quieran. No me limito a un estilo en particular, pues como decía, me gusta la libertad creadora, y no atarme a una corriente. Es una manera de ser. Con esto no menoscabo a quienes siguen un estilo en particular, considero su labor importante pues preservan un estilo de arte tradicionalista que, de no existir ellos, se perdería. Para cincelar hacen falta martillos de cincelador, una batería de cinceles, y soportes. Hay soportes de acero y de lacre. Los primeros son para trabajar el metal en plano, y los segundos para dar volumen al mismo. Como decía en el capítulo de diseño, mi motor no está en hacer un alarde de acribia, de habilidad -a veces intento superarme a mí mismo- sino en el intento de transmitir un mensaje filosófico o de belleza. En el caso de la obra Estrella Octogonal, he intentado representar que Dios -o como quieras llamarle- se manifiesta al mundo y a su creación como Luz. Se manifiesta desde Su ocultamiento -por eso la plata está patinada en negro- Las estrellas superpuestas, unas entrelazadas con otras, representan Luz sobre Luz, múltiples irradiaciones para un mundo inmerso en la multiplicidad. El fondo graneado simboliza que esa manifestación no es única, que hay incontables, que escapan al cálculo y al dimensionamiento y que tú no las ves, están fuera de tu mundo, por así decir. Son incontables estrellas lejanas, que incluso escapan a tu comprensión. Es así que cada uno ve a su Señor según su condición. Ahora, si observas atentamente y recorres el Camino de la Rosa como un laberinto, verás que no son varias estrellas superpuestas sino una sola. Con esto he querido decir que Es Múltiple en Su manifestación y Uno en Su Esencia. La base redonda, de bordes relucientes e interior opaco, representa al Absoluto, que como una perla negra inmersa en el abismal océano sin costas de la nada, decide manifestarse... Mineralógicamente hablando, se comprueba una y otra vez que los minerales están cristalizados según ecuaciones basadas en Ö2 y Ö3 de allí que todos los minerales tienen en su forma nativa formas tetraédricas, cúbicas u octaédricas, o combinaciones de éstas; en cambio todo aquello relacionado con la vida orgánica está estructurado en funciones con base La Rosa atrae con fuerza e invita al Recuerdo y a la Reflexión... Es así que hablo mediante signos, en un lenguaje silencioso, a veces enigmático, ligado al corazón; pues para mí la Obra es eso: una proyección del ser de uno. Uno da lo que tiene en su alforja. Como puedes ver, ya estoy bien tallado; es que he tenido muy buenos maestros. En el lenguaje del Amor, las palabras no son necesarias.
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Torneado y Fresado Este es otro recurso técnico que empleo. En ocasiones hace falta tornear una pieza de plata, por ejemplo, para un broche, o para una bombilla, o repusar el cuenco de un mate. Para ello dispongo de un torno de banco mediano, de excelente rendimiento, muy preciso. Me encanta tornear. Es divertidísimo. Me gustan los fierros, trabajar el acero, luchar contra la tenacidad. Es la alegría del poder modelador. También utilizo estas herramientas para fabricar herramientas a medida para algún trabajo especial. ¿Qué es repusar? consiste en modelar el metal mediante un molde de madera previamente torneado con la forma que queremos darle al metal. Tanto la plancha de metal como el molde se colocan en el torno y mediante varillas pulidas se empuja el metal al molde mientras todo rota solidariamente. Es una técnica simple pero bastante difícil de dominar. Yo repuso la plata, que es un metal muy dócil, aunque he visto repusar chapa de acero. En manos del que sabe, todo parece fácil. Bien, espero que haya servido de algo toda esta explicación. Un cordial Saludo
Jorge Lupin
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