Etimología de "Laberinto"

Se han lanzado algunas interpretaciones de la palabra laberinto, algunas según creo especulativas y que incluyen interpretaciones en idiomas foráneos, como el egipcio faraónico en la suposición de que derivaría de alguna frase asonante.

No hay motivos para suponer que el término laberinto debiera derivar forzosamente de otro término o cultura, pues tiene pleno significado propio:

La palabra laberinto es una combinación de la frase latina laber intos

laber => labor = obra, trabajo
intos => interior, desde dentro

Es decir que el término significa "el trabajo interior" o "el que trabaja en su interior".

El término labor significa tarea, trabajo, obra.

El término intos mantiene relación con otras palabras latinas, las cuales complementan el sentido del término:

intueor = admirar, contemplar
intueri = contemplar
intuitus = contemplación
intumesco = acrecentar, incrementar

Las siguientes son palabras que aunque no están relacionadas directamente con "intus" permiten establecer el nexo observando que se forma la raíz tomando las primeras y finales letras de cada palabra:

intentus = completo, tieso, tenso
inter = entre, interno
interfixus = pavimentado, hecho firme
interitus = destrucción
internuntius = ir entre dos mundos
internus = profundo, hacia adentro.
interventus = mediación
intestinus = interno, interior
intextus = entretejido, bordado
intrepidus = valiente, temerario

Este método de análisis permite entrever una dimensión adicional de las muchas que poseen los idiomas antiguos, los cuales no fueron construídos mediante el azar o la casualidad, y aún menos sus palabras, sino desde la conciencia y la inspiración. Obteniéndose así palabras interrelacionadas a muchos niveles interpretativos.
Nótese que estos 10 términos describen calificativamente al laberinto: podría decirse, utilizando estas palabras, que:

"El laberinto es un sólido y completo camino pavimentado que sirve de nexo entre dos mundos: el exterior y el interior. El laberinto es un trabajo interno, y lleva hacia el interior mismo del viajero y su realidad. El laberinto no es una afición ni un deporte. Aquél que necesita hacer un trabajo interior es porque aún no se ha refinado, aún existe en él la dicotomía interior-exterior; hay mucho por limpiar, y muchas cualidades nobles por adquirir. Ciertamente, quien se adentre en las profundidades del ser para destruír al animal encontrará que el camino es como un bordado múltiple e imbricado; para ello hace falta un guía, un hilo de Amor, un hilo de Ariadna; y ciertamente hace falta coraje, intrepidez en la empresa".

Para ampliar el alcance de estos términos será necesario ahondar la lengua madre del latín: el griego antiguo.

La palabra griega para laberinto es labyrinthos (laburinqoz) y la referencia histórica disponible se remonta al mito de Teseo, que describo en el siguiente capítulo.

 

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