Arte, Artesanía y Manualidad Capítulo
6: Una Dimensión Adicional del Arte |
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En su su obra Timeo el filósofo Platón considera la creación del universo entero como la obra de Un Dios Bueno, al que llama El Artífice, que primeramente creó un modelo perfecto que es el universo arquetípico o de ideas eternas. El mundo sensible es una creación derivada de éste, como lo es la luz generada por una lámpara. El mundo arquetípico se caracteriza por su armonía, belleza, luz, inmutabilidad, permanencia y es el ámbito de la verdadera esencia de las realidades; y el universo físico o sensible (y que él llama 'generado' a consecuencia de que está generado por el arquetípico) es una proyección del universo arquetípico, el cual está sujeto al orden jerárquico, a la armonía, a los cambios constantes y a los ciclos, siendo un reflejo del primero (Timeos, 29a). Según esto, la capacidad
de crear manifestada en el ser humano por medio de su arte, obedece a
que en él se manifiestan atributos Divinos de creación:
Esto quiere decir que una obra de arte además puede servir de recordatorio, como soporte de contemplación de una Epifanía. Evidentemente, esto implica que quien puede ejecutar tal obra requiere que pueda ver el modelo, pueda interpretarlo y tenga la ciencia para expresarlo en un lenguaje que sea entendible por el contemplador. Hay disciplinas del arte que en
ciertos momentos de la historia se han desarrollado lo suficiente como
para producir este tipo de obras, a las que yo llamaría "obras
de arte objetivo" como es el caso de las catedrales góticas;
maravillosas construcciones que en su exterior disolvían su materia
pétrea a medida que se elevavan hacia el cielo, en tanto que en
su interior la luz celeste descendía coagulándose en cristalinos
caleidoscopios de luz. Las catedrales estaban diseñadas en un calculado
fundamento matemático y geométrico, a la vez que todos sus
elementos estaban dotados de significado, función y simbolismo
que apuntaban a despertar en el creyente la conciencia de Dios. Los constructores de catedrales, de los que se sabe casi nada, aparecieron, construyeron las catedrales de la noche a la mañana y no se supo más nada de ellos. Cada estilo artístico tiene exponentes que son el emblema de esa época: Miguel Angel y Leonardo en el Renacimiento; Bernini en el Barroco; Fidias en la escultórica Griega. Pero el arte gótico tiene la singularidad de no tener un autor que lo originara, ni intérpretes exponentes. Apareció aparentemente de la nada, y plenamente desarrollado. Una de las pocas cosas que se sabe es que llamaban a Dios "El Gran Arquitecto del Universo" y también "El Primer Geómetra". Es evidente que en su actuar buscaban rememorar mediante su arte estos atributos a los que ellos dirigían toda su atención. En su obra El Banquete, que trata sobre el Amor Universal, la Belleza Absoluta y el contacto con La Verdad, Platón nos habla de la categoría del mensajero intermediario entre lo Divino y lo humano; que media antre ambos siendo mensajero entre los mandatos divinos y los ruegos humanos; a éstos los llamaba Daimones, van desde lo más sutil, como son los Atributos Divinos (y dice que el Amor (Eros) es uno de los grandes intermediarios) hasta los humanos; llenando así el espacio que media entre lo inmortal y lo mortal quedando todo unido consigo mismo y en continuidad; pues "La divinidad no tiene contacto con el hombre, sino que es a través de este Deimón como se produce todo contacto entre dioses y hombres, tanto como si están despiertos como si están durmiendo". Quien entre los humanos tenía tal capacidad era un sabio, mientras que si carecía de esta capacidad, aunque fuera en las artes sanas o los trabajos manuales era un simple artesano. Entonces es posible advertir que hay una categoría por encima del Arte propiamente dicho tal como lo hemos discutido hasta ahora, y que posee una gran vastedad, de muchos niveles y cada uno de éstos de una variedad innumerable. Se ha podido ver que el eje a través
del cual pivotan las Cinco Condiciones es el Mensaje. Por tanto, el Mensaje
adquiere tanta mayor importancia cuanto de un arte más elevado
se trate. En esta nueva categoría, el Mensaje va cobrando tal importancia
que las demás condiciones quedan minimizadas en comparación.
De todas maneras, esta categoría, a la que llamaré Arte
Puro, consta de las siguientes condiciones: |
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Esta nueva categoría abarca toda expresión pura de belleza, desde la simetría de un micro organismo, la sencillez de una brizna de hierba, la humildad de una flor, los colores de un atardecer, soles, planetas, un rostro, un templo, un símbolo, un pensamiento trascendente, sea de la cultura, credo, o civilización que sea, abarcando no sólo este tiempo, sino todo tiempo, no sólo este mundo sino todo el Universo. Esto quizá haya sonado excesivamente poético para algunos; quizá naive. Cada uno en su idea confía; y yo tengo la mía. Este concepto indudablemente exige
un replanteo de dónde estamos parados. Llámese creencia, religión, filosofía o como quieran llamarle; el ser humano está inmerso en un inmedible Universo; de cada uno depende si lo quiere acotar a una dimensión menor, sea de cualquier índole; el hecho es que estamos en un Universo, y que tenemos la capacidad única entre todas las especies que conviven con nosotros, y es la de poder comprenderlo. Probablemente la mente humana está estructurada de forma tal que refleja un profundo vínculo con las leyes subyacentes del Cosmos. Ahora explicaré los contenidos del Arte Puro: Creación humana o no: este proceso de creación no depende exclusivamente del hombre: es el arte de la creación entera, tanto individual como colectivamente, en donde el hombre sólo es uno de los tantos creadores: un pájaro que construye su nido, abejas que construyen su panal, los colores de un atardecer pintados por las leyes del universo ambiguas entre el determinismo y la indeterminación; el fulgor del sol, la vida en todas sus formas, todo esto es creación en algún nivel y por una entidad. Inspirada en un modelo arquetípico: pues responde a un aspecto de la realidad. Digo aspecto, no a La Realidad, pues ésta es inconmensurable, sino a un pequeño, pleno aspecto de ella. No es resultado de idiotez, locura, enajenación; es resultado de la Inspiración. Acción bienechora y evolutiva: pues propende en alguna medida y algún aspecto del bien propio o/y de otros, sin desmedro. Misericordia: hacer un bien puede ser en gran medida condicional. 'Te lo doy porque lo necesitas' o porque 'te lo mereces' y cosas por el estilo. La Misericordia se derrama incondicionalmente: el sol alumbra sobre justos e injustos; cada día es una nueva oportunidad para no desperdiciar el instante de vida. El descubrimiento de la vacuna contra la polio por parte de Sabin no es un regalo mezquino. Es un regalo para todos. Y un día sucede a otro. Puede ser única y múltiple simultáneamente: esto quizá parezca contradictorio, pero no lo es: tomemos el ejemplo del atardecer; todos los días tenemos uno; pero siempre es direrente y no encontrarás jamás dos iguales. Dios es el mejor Pintor. El rostro humano es único, pero no hay dos exactamente idénticos. Es una unidad y multiplicidad desde un punto de vista cuantitativo. Hay unidad en la multiplicidad y viceversa: pues lo particular manifiesta en su medida lo general, y lo general contiene a lo particular. Es una Unidad, pero en su interior es Muchos; y estos muchos son a su vez unidades que reflejan la Multiplicidad desde la Unidad. Por ejemplo, puede habar dos rostros casi idénticos, pero su expresión marca la diferencia. Esto es la Unidad y la Multiplicidad desde el punto de vista cualitativo. Ambos aspectos, comentados en los dos párrafos anteriores abordan la Unidad desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, y son dos caras de una misma moneda. Me doy cuenta que puede ser difícil para muchos el abordar el concepto de unidad desde un punto de vista cuantitativo, pero paciencia. En los humanos el arte puro se
manifiesta de incontables maneras, aunque quisiera destacar aquí
aquélla que me parece la más elevada de todas, que es la
de la creación de los símbolos, y que a mi entender es el
mayor exponente del arte puro. Me estoy refiriendo al símbolo arquetípico,
que es espejo de ideas eternas y trascendentales, y no me refiero a los
símbolos triviales, a los que convendría llamar señales.
El Símbolo, con S mayúscula, es resultado de una
actividad superior de la mente, una Reflexión, reflejo de
ideas eternas, y no surgido de un parecer subjetivo producto de la ignorancia,
la locura o la inconciencia. |
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